Sobrellevando el Estrés de la EIcH

Vivir con EIcH puede ser una experiencia emocionalmente difícil tanto para usted como para su familia. Después del trasplante, todos quieren volver a tener una vida normal, pero la EIcH puede demorar esto por un tiempo.

Es normal sentirse triste o ansioso cuando se padece la EIcH. Los cambios físicos, algunos de los medicamentos que se usan para tratarla, la fatiga y los problemas para dormir pueden provocar:

• depresión
• confusión
• ansiedad
• cambios de humor
• sentimientos exagerados de ira, excitación o tristeza

Es importante que le informe a su médico si experimenta alguno de estos síntomas.

En ocasiones, se ofrecen medicamentos a los pacientes con EIcH para estabilizar los cambios de humor y reducir la ansiedad. Esto es muy común. El uso a corto plazo de estos medicamentos no significa que vaya a depender de ellos a largo plazo.

Vivir con la Incertidumbre y el Cambio

Vivir con EIcH a veces puede parecer una montaña rusa emocional, con altibajos y giros inesperados. Puede ser un desafío tener que lidiar con una nueva condición aguda o crónica después de haber superado un trasplante.

Es especialmente difícil no saber si las cosas empeorarán o mejorarán, y cuánto durará la EIcH. ¡Es por eso que a menudo escuchamos: "'¡Es una maratón, no una carrera!"

Entender cómo adaptarse a los cambios físicos, sociales y emocionales lleva tiempo. El objetivo es aprender a controlar la EIcH sin que esta nos controle a nosotros. Trate de:

• Toma cada día como viene, uno a la vez
• Concéntrese en lo que puede hacer, en lugar de en lo que no puede
• Incorpore flexibilidad en sus planes, ya que no siempre sabe cómo se sentirá
• Obserea las pequeñas cosas que le proporcionan alegría y placer
• Participe en actividades no médicas que le ayuden a sentir una sensación de normalidad y le recuerden quién es como persona

Hable de sus sentimientos

Si sufre EIcH, es importante no ignorar ni restar importancia a sus sentimientos. Encontrar una salida para expresar y procesar sus sentimientos puede reducir el estrés, facilitar la resolución de problemas y ayudarlo a avanzar de manera saludable.

Hablar con un trabajador social, psicólogo, psiquiatra o consejero pastoral suele ser de ayuda, especialmente uno con experiencia en el trato con pacientes y cuidadores de EIcH. Puede pedir recomendaciones a su centro de trasplantes o visite Directorio de Proveedores de Salud Memntal de BMT InfoNet para encontrar a alguien con dicha experiencia.

Hablar con otras personas que han pasado por lo mismo puede ser especialmente útil. Hablar con otros sobrevivientes que "lo entiendan" puede hacer que se sienta menos solo. Además, pueden compartir con usted información y estrategias de afrontamiento que les resultaron útiles. Puede buscar apoyo en otras personas que han tenido EIcH a través del Programa de Enlaces de Ayuda de BMT InfoNet

BMT InfoNet aloja varios grupos de apoyo para pacientes de EIcH y sus cuidadores. Un psicólogo o trabajador social dirige los grupos y ofrece un espacio privado y seguro para establecer contactos con otras personas que viven con EIcH.

Llevar un diario y dedicarse al arte también son formas excelentes de identificar, expresar y procesar los sentimientos que pueda estar experimentando.

Ejercicio, Meditación y Relajación

Los pacientes con EIcH suelen descubrir que la meditación, la visualización guiada y las técnicas de relajación les ayudan a controlar el estrés que supone vivir con esta enfermedad. Practicar Mindfulness (vivir el momento, reconocer y aceptar los propios sentimientos y utilizar técnicas como la respiración lenta y profunda para calmarse) puede ayudar a reducir la ansiedad.

Averigüe si su hospital o un grupo local de bienestar contra el cáncer ofrece clases de meditación, imágenes guiadas y técnicas de relajación. Pruebe algunas aplicaciones diseñadas para ayudarle a aliviar el estrés. Calm.com y Headspace.com son dos que vale la pena probar.

El ejercicio puede ayudar a mejorar la fuerza, la resistencia y el sueño, y reducir la fatiga, la ansiedad y la depresión. Caminar o hacer estiramientos suaves, como yoga en silla, pueden hacer la diferencia.

Pregúntele a su médico si es seguro para usted comenzar un programa de ejercicios bajo la supervisión de un fisioterapeuta o en un gimnasio local. Algunas sedes de YMCA se han asociado con LIVESTRONG para ofrecer un programa de ejercicios gratuito de 12 semanas para ayudar a los pacientes con cáncer a desarrollar resistencia y reducir la fatiga. Presione Aquí para encontrar una sede YMCA que participe.

Crecimiento y Cambio Positivo

Algunos cambios también pueden ser positivos. El trasplante ha hecho que muchos sobrevivientes reevalúen aspectos de sí mismos, sus relaciones y su vida. Muchos sobrevivientes de la EIcH describen formas en las que han crecido y experimentado cambios positivos, como:

• aprender nuevas formas de hacer las cosas
• reconocer su propia fuerza y ​​capacidad para hacer cosas que no creía que fuera capaz de hacer
• establecer conexiones nuevas o más fuertes con los demás
• encontrar un nuevo significado a la vida

Dedicar tiempo a buscar algo positivo cada día puede ayudar a contrarrestar los desafíos de vivir con EIcH.

A algunos supervivientes de EIcH les resulta gratificante “devolver” su contribución al apoyar a otros en un grupo de apoyo, al ofrecerse como voluntarios o al participar en un estudio de investigación que podría proporcionar información valiosa para futuros supervivientes. Ayudar a los demás puede ser una excelente manera de ayudarse a uno mismo.

¡No lo Deje Pasar!

Si la tristeza, la ansiedad, los cambios de humor o la depresión están afectando tu calidad de vida, no ignores esos sentimientos.

• Participe en un Grupo de Apoyo de EIcH o pida un Enlace de Apoyo y hable personalmente con alguien que haya vivido con EIcH
• Busque la ayuda de un proveedor de salud mental que esté familiarizado con la EIcH
• Explore medidas de autoayuda como la meditación, programas de relajación y ejercicio para aliviar el estrés.
• Pregúntele a su médico si los medicamentos pueden ayudar a estabilizar los cambios de humor y reducir la ansiedad.
• Considere crear un “diario de gratitud” para registrar y recordar eventos positivos y cosas por las que está agradecido.
• Practique la autocompasión. Sea tan paciente y compasivo consigo mismo como lo sería con un amigo cercano.

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